martes, 2 de diciembre de 2008

TOC, TOC


Uno de los motivos por los que escribo este blog tiene que ver con el TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo). Hace unos años, unos familiares de una paciente de TOC me preguntaron si había posibilidades de que otros familiares o pacientes anteriores les hablaran de cómo les había ido y si habían podido recuperarse. Llamé a varios pero la respuesta fue negativa por varios motivos, entre ellos, no querer volver a recordar todo aquel infierno. Un día se me ocurrió que podría ser bueno que hubiera algún intercambio de opiniones respecto a sus propios problemas en un contexto controlado, puesto que los foros que visité eran desesperanzadores. Y de esta manera entré en la blogsfera. De forma que ya va siendo hora de abordar algunos aspectos referidos al TOC.


Hace unos años llegó a la consulta una persona que se llevaba horas delante de un paquete para envolverlo de la forma adecuada. El resto de su vida era parecido. Necesitaba un gran orden y control, rutinas estrictas. Cada año llegando unas fechas determinadas se deprimía. Y cada vez acudía a tratamiento. Se recuperaba y... hasta el año próximo. Me llamó la atención este hecho. Así que una vez que recogí información sobre el estado de ánimo y las relaciones funcionales y contextuales y estas cosas que hacemos, le pasé las correspondientes pruebas de personalidad y evaluamos cómo tenía estructurada su vida. Fue entonces cuando comenzó a contarme las dificultades que tenía para tomar decisiones.


La indecisión es uno de las características de un TOC, pero claro, también de una persona con depresión. No obstante, a esta paciente eso le ocurría cada día, no sólo cuando se encontraba deprimida. Era tan agotador el proceso que demoraba todo aquello que tuviera que ver con lo mismo. Los heurísticos parece que no se encuentran en el repertorio de los obsesivos. Necesitan una gran cantidad de evidencia. Son como unos fieles discípulos de Santo Tomás.


Uno de los mejores experimentos para comprobar cómo funciona la atención en estas personas tiene que ver con una modificación del test Stroop. Se trata de un test en el que se pasan una lista de palabras que el sujeto tiene que leer, posteriormente otra en la que tiene que decir el color y no la palabra. Por ejemplo, si encuentra la palabra "rojo", pero está escrita en color verde, la respuesta adecuada es "verde". Cuando se le presentan a un sujeto obsesivo palabras relacionadas con sus intrusiones tardan bastante más en responder que los grupos controles en decir el color y se equivocan más . Es decir, estas personas van a tener mucha dificultad en dirigir la atención hacia los estímulos irrelevantes, como es el caso del color en el test. Si van a desayunar intentarán controlar para no tocar a algo o a alguien a quien puedan contaminar o contaminarse (dependiendo del tipo de TOC).


En "Mejor imposible", nos encontramos con un obsesivo compulsivo. Melvin (Jack Nicholson), interpreta a un egocéntrico escritor de novelas rosa, que no tiene problemas para insultar a todo el que se le ponga por delante. Entre las obsesiones de este sujeto están las de ser atendido siempre por la misma persona en el restaurante, no pisar las rayas enlosadas de la acera, lavarse compulsivamente para evitar la contaminación, llevarse los cubiertos esterilizados al restaurante,... Aparece una estupenda (como me gusta Helen Hunt) terapeuta que le aplica un poquito de exposición con prevención de respuesta y se enfrenta al gruñón, viendo algo más debajo de la apariencia de perfección.


Sólo recientemente hemos conseguido encontrar tratamientos efectivos para los TOC. Aún así siguen siendo casos difíciles de tratar. En el último Congreso de la AEPCP celebrado estos días en Huelva se ha hablado bastante de TOC. Las investigaciones son esperanzadoras pero también contradictorias. Falta aún bastante, pero tenemos a muy buenos profesionales trabajando en el tema. Una vez que se pudo demostrar que se trata de un trastorno con una prevalencia mucho más alta de lo que se pensaba y con un alto coste sanitario y socio-laboral, el dinero para investigar ha mejorado mucho los resultados finales. Sabemos qué terapias son más adecuadas y estamos pendientes de estudios que confirmen cómo de específicas han de ser dependiendo del tipo de sesgos que presentan los pacientes. Mientras, nuestra tarea en la consulta es ir soltando los nudos del corsé a los pacientes y que comiencen a respirar el aire contaminado que nos inyectamos los demás en los pulmones mientras van camino del trabajo pensando si desayunarán tostada con jamón o tostada con mantequilla.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mejor imposible me parece una peli estupenda. Yo tengo un familiar con obsesiones y se lleva haciendo rituales de esos yo que sé el tiempo. Su mjuer está desperada, va a un psiquiatra y toma pastillas pero no sabria decirte cuales. me parece que no saben que hay otros tratamientos.
Voy a leer otros post porque este me ha gustado.
un saludo, Ana

Anónimo dijo...

me parece estupendo que podamos compartir opiniones sobre este tipo de problemas, mi novio está muy obsesionado y yo no se como ayudarlo. a veces incluso se tiene que poner a correr para calmarse porque no es capaz de acabar lo que empieza de lo que le cuesta dejarlo como quisiera. no se si eso es una obsesion. ¿me puedes dar alguna pista?
muchas gracias, Enc.

Walden dijo...

Hola a ambos. El TOC es un asunto muy,muy serio. Os recomiendo a ambos hablar en vuestra ciudad con el Colegio de Psicología y que os asesoren sobre a quién podéis consultar en vuestras ciudades.
Si no consigues que tu novio acceda a consultar sobre su problema, puedes ir tú misma y asesorarte sobre cómo y cómo no podrás ayudarlo, Enc.

Un saludo.