viernes, 3 de octubre de 2008

Crisis? What crisis?



En la portada del LP de aquel famoso disco de Supertramp que guardo cogiendo polvo junto a todos los demás vinilos, se veía a un señor disfrutando de un inexistente sol, junto a una mesita con bebida, prensa y sombrilla. El paisaje en su entorno es desolador, pero él parece ajeno a ello.

Si el que está tomando el refresquito es el presidente del gobierno de tu país, desde luego es para preocuparse. Curiosamente, la mayoría de los pacientes de nuestras consultas no se alejan tanto de la realidad como ellos mismos temen, sobre todo teniendo en cuenta lo fácil que es adentrarse en otros mundos virtuales. Posiblemente, lo peor es cuando el que hurde la trama mental no es consciente de que dicho escenario lo ha montado él mismo.


Es una especie de Second Life. Se comienza adquiriendo un rol deseado o impuesto, y poco a poco le vamos comprando los complementos hasta que el personaje se confunde con el autor.
En "El beso de la mujer araña", uno de los personajes se escapa mentalmente a una isla paradisíaca desde la sórdida celda que comparte con un atormentado compañero, carente de este descubrimiento y meta-habilidad.
Si un paciente me preguntara: "¿Me estoy volviendo loco?". "Pues no", le diría. Seguramente lo estará pasando fatal y no es capaz de discernir si lo que le ocurre es o no normal. ¿Está loco nuestro paliducho sujeto come-humos?. Si se lo preguntamos nos dirá: "¿Loco? ¿quién está loco?". ¿Crisis? ¿Qué crisis?. Ha tomado tanta distancia que ya está en el más allá. O como diría el alcalde de Sevilla en una de esas visitas al hipermundo al que cada vez nos acostumbran más nuestros políticos: "¿....qué podríamos desarrollar nosotros, los que estamos allí, los que nos pisamos el suelo de la realidad de las cosas?". No me pregunte qué significa porque es un lenguaje del hipermundo. Lo siento.
Imagine que nos llega un paciente y, como en "Desafío total". , nos pide: "Quiero irme al megamundo-guay. ¿Por cuánto me sale?"?. ". Tenemos herramientas. Sí señor. Yo mismo me administro escapaditas, con ánimo experimental sobre todo. No voy a exponerlas aquí para no dar ideas. Pero bueno, sepa que tiene la puerta de la consulta abierta.
En cualquier caso, será más fácil hacer referencia a otros administradores gratuitos de mundos virtuales. Por ejemplo, algunos contextos familiares y sociales trabajan a fondo para situar a sus usuarios en esa otra dimensión. En los Colegios de Psicólogos tenemos una placa de agradecimiento hacia su sorda labor.
Había una teoría -no contrastada- sobre la forma en que la familia puede fabricar un esquizofrénico. Si está harto del hiperrealismo de su pareja puede probar esta fórmula durante diez días, luego le prometo un descuento en el tratamiento. El principio activo es el siguiente, anote: utilizar un tono afectivo-emocional plano junto a un contenido verbal amoroso. La forma sería aproximadamente así: "Te quiero, amorcito", al mismo tiempo que pone cara de "¿qué hora es?" y le administra un abrazo laxo y breve. Su pareja no podrá decirle que usted no la o lo quiere, de hecho se lo dice regularmente. Tampoco puede acusarla/o de que no le da cariño, puesto que la o lo provee de abrazos y otras demostraciones al uso. Pero, ¿por qué se va distanciando de su otrora mundo natural? ¿por qué empieza a hacer un seguimiento de su comportamiento y a ensimismarse en rumiaciones pre-adios_al_mundo_conocido?.
Afortunadamente, como ustedes saben, todos los gobiernos occidentales, imitando a los equipos de la NBA, tienen su gabinete privado de psicólogos, por lo que es impensable que en un telediario cualquiera, después de 20 minutos de noticias sobre el desplome mundial de la economía aparezca un político sonriente, con gafas de sol y sombrilla, diciendo: "Don't worry. Be happy. Crisis? What crisis?"

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que he entendido me ha hecho mucha gracia, aunque creo que es para preocuparse por lo que vemos. MI psicologa me dijo que habia muchos casos como el mio y eso me tranqulizo unpoco pero sigo pensando que muy normal no estoy. ¿Podrias escribir algo sobre las psicosis y eso?
Elo. un saludo.

Anónimo dijo...

Odio los silencios de mi pareja. Cada vez soporto menos que cuando se enfada se quede sin decir ni mu. Al principio intentaba arreglarlo, ahora ya no hago ni caso porque si no nos enfrascamos más por el silencio y su actitud que por lo que ha pasado.
Todas las parejas que conocemos les pasa algo similar tras un tiempo, soy un poco pesimista sobre la comunicación en la pareja, será porque lo llevo mal.
Ana

Walden dijo...

Hola, Elo. Las psicosis no las trato. Los brotes psicóticos alguna vez, pero siempre derivo. Así que puedo hablar poco desde el punto de vista práctico, que es de lo que se trata en el blog.
Ana, no sé si tu nota es para esta entrada o para la anterior, en cualquier te veo bastante pesimista y con esa actitud seguramente fracasará cualquier intento por parte de alguno de los dos. Yo, por ejemplo, conozco en mi entorno cercano, pocos casos como los que tú comentas. En la consulta sí, claro.

Gracias a ambos por escribir.